Encuentro furtivo en los tejados...
Esta madrugada hemos subido para ver salir la conjunción de Venus y Marte desde la terraza. Eran las 6:12 cuando comenzaba el
rastreo con los prismáticos. La Hoz de Leo destacaba al este y algo me decía que ya estaban ahí. Derecha, izquierda, subo, derecha.. izquierda y... ¡para!
"Ese punto brillante que rasga el horizonte... como un enorme faro enrojecido, no es un objeto artificial... hace unos segundos
ahí no había nada. Tiene que ser Venus".
Y lo era. No te haces una idea de lo impresionante que puede resultar verlo tocando casi el horizonte hasta que lo vives.
Parecía una farola, un foco en el tejado de alguna casa... ¡y se movía! Subía lento pero inexorable a su cita.
Es lo que tiene la nocturnidad y los tejados, es un gran atractor para aquellos que se aman en secreto y tienen que verse a
escondidas de ojos mortales. El encuentro era inevitable pero las nubes les jugaron una mala pasada: no acudieron a la cita para esconderlos. Así que mientras acechaba a Venus con los Vixen
12x80 le vi aparecer puntual sobre el tejado del pueblo.
Despojado de su defensa vaporosa se ruborizó hasta arder en llamas, su sofoco era escandaloso... ¡ahí estás! No te sonrojes
tanto y ve a tu cita que ella te espera. Unos minutos después se fundieron en un abrazo y juntos caminaron de la mano por los tejados hasta desaparecer en la luz del alba.