Después de muchos días con nubes y otros con nieblas al amanecer que cubrían el Este por fin hemos podido ver el cometa C/2013 US10 Catalina.
Y no será porque no lo estuvimos intentado, fueron unos buenos madrugones que no dieron fruto pero nos regaló hermosos amaneceres.
Hoy lo ha compensado todo, el cielo prometía estar completamente raso y sin demasiada bruma en el horizonte así que nos liamos la manta a la cabeza literalmente.
A las 5 de la mañana estábamos tomando un buen café y poniéndonos los abrigos como si fuéramos al Polo Norte. La temperatura que marcaba en casa era de 2 grados pero sabíamos en el observatorio estaría más baja.
Cargamos con todo lo necesario y partimos con los ojos algo perezosos aún.
Cuando llegamos la temperatura había descendido a -3 grados en la plataforma de TEDI. Sacamos el telescopio para prepararlo para observación visual y coloqué además la cámara para gran campo en un trípode. Localicé enseguida el cometa en el mismo buscador entre Spica y Arturo, como una bolita de algodón semejante a un cúmulo globular, destacaba grandecito así que prometía mucho la sesión.
Coloqué el ocular de 31mm que da 80X y un campo de 1 grado: realmente era hermoso, con una gran coma brillante que destacaba mucho y de la que se apreciaba sutilmente el arranque de ambas colas. Se intuía bien hacia dónde iba cada una y el ángulo de éstas pero costaba tener claro cuál de ellas era la de polvo pues rodeando a la coma parecía estar todo envuelto en bruma que dificultaba su identificación. Poco a poco y con paciencia fui consiguiendo definir más el campo y concluí que era la de la derecha la de polvo. Ésta era más ancha y accesible que la de la izquierda, aunque se veía poco contrastada la verdad, aun así se percibía cómo se prolongaba hasta casi salir del campo con visión indirecta. La iónica era muy esquiva, solo en ciertos momentos llegué a ver una estructura cuando coloqué más aumentos: pinceladas de algo fino y recto prolongándose hacia la izquierda con visión indirecta y por breves momentos. El frío se notaba a la hora de dibujar las estrellas, 3 bajo cero y con una humedad que sobrepasaba el 80%... fresquito fresquito. Condensaba todo a nuestro alrededor, lo que tocábamos estaba empapado.
En este primer dibujo el cometa era brillante, su coma intensa y con núcleo puntual, la cola que trazaba una línea hacia la derecha (polvo) casi se salía del campo con visión indirecta. Desde ésta y a modo de abanico un despliegue de luz se abría hacia la otra cola de la que intuía estaba ahí porque se acababa de golpe la luz.
Coloqué el ocular de 13mm que da 190 X y un campo de 21 minutos. Lo llenaba casi todo, la coma era inmensa y el núcleo era muy brillante y puntual. La cola de polvo era más ancha y destacada en visión indirecta aunque el "abanico de luz" lo seguía inundando todo impidiendo diferenciar ambas colas. La de iones solo pude detectarla por unos momentos como un fino cordón de luz... como un hilo de lana saliendo entre la bruma... pero no era estable ni la pude ver todo el tiempo. Aun así me gustó mucho, pues me permitió confirmar quién es quién entre toda esa masa de luz.
Con la humedad y el frío el difumino debía estar húmedo, me costaba conseguir una textura suave, por eso el cometa ha quedado con un aspecto algo "granulado" en lugar de difuso.
Este es un dibujo que me ha llevado más de 15 minutos de observación. Muchas veces no percibía detalles, y tenía que sacar la coma de la visión para tratar de "extraer" información de las colas, la mayor parte del tiempo el ojo dudaba entre si una era más brillante que la otra, y hasta dónde llegaban. De ahí que me pasé buena parte de la observación desplazando el campo de ocular... aislando partes y moviendo el conjunto.
La fina línea de la cola de gas solo fue visible con visión indirecta por poco tiempo... después de 20 minutos me notaba que el cansancio y el frío mermaba la visión y dejé de dibujar.
Fernando y Faustino que estaban capturando imágenes desde otro telescopio también observaron el cometa. Fernando percibió muchas de las cosas que yo pude observar, como la distribución de luz y la posición de las colas, incluso que a veces la similitud de brillos confundían a la hora de saber cual era cual en ciertos momentos.
Disfrutamos mucho de esta experiencia que tanto esperábamos desde hacía días, aguantó toda la sesión con su catarro encima pero como dice él... ¡Merecía la pena!
Cuando nos quisimos dar cuenta ya amanecía, el espectáculo del Este iba ganando protagonismo...
La Luz Zodiacal comenzaba a brillar inundando el camino que marca el plano del Sistema Solar... conectando a Venus con Marte y Júpiter como si fueran cuentas de un collar.
Justo cuando el cielo comenzaba a tintar de tonos azulados miramos al Oeste, los Gemelos se despedían agarrados de la mano junto a Procyon y Capella... su protagonismo llega a su fin.. nos dan los buenos días, saludando con un "hasta mañana"...
Volvimos a casa felices de haber conocido ya por fin al famoso "Catalina" y sellamos la noche con un humeante café con magdalenas.