Llegamos al observatorio a las 23 horas y comenzamos a montar los equipos, puesta en estación de los telescopios y acoplamientos para la cámara reflex.
Los tiempos de los contactos estaban bien apuntados: daban el comienzo a la penumbra para las 2am y e primer mordisco a las 3:07. Alucinamos porque ya la penumbra era visible con un descenso del brillo de la zona izquierda de la Luna. La noche era muy crítica pues estaríamos atendiendo principalmente al investigador José María Madiedo para que el proyecto MIDAS no diera fallos durante la captura. Dejamos todo montado y aunque hubo algunos contratiempos finalmente pudimos verlo y fotografiarlo entre idas y venidas.
Resultó de lo más emocionante ver cómo el color ya se hacía evidente incluso mucho antes de que llegara la totalidad.
Fue un eclipse muy oscuro, escala L1, pero tenía tonos tejas y ocres, rojizos y naranjas pálidos... dejando en el centro siempre una región oscura y tenebrosa que daba una sensación de que la Luna era más bien un aro de fuego en el cielo. Con los prismáticos se apreciaba esa hermosa sensación de bola en 3D que parecía pintada en acuarela rodeada de estrellas, unas horas antes estaba resplandeciente de un blanco intenso que deslumbraba y apagaba todo a su alrededor.
Aquí dejamos algunas imágenes de esta increíble noche llena de emociones.
Composición de la secuencia juntas:
A las 2:11 comenzaba el eclipse penumbral... en pocos minutos
perdería contraste y claridad la zona del Océano de las tormentas...
La penumbra se hizo evidente...
Grupo en AstroHita observando galaxias
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