No imaginamos que la noche sería tan estupenda. Las nubes amenazaban con cubrir el cielo y no teníamos muchas esperanzas en que la actividad con el grupo fuera a ser como esperábamos.
Pero decidimos seguir adelante y tras montar todo en la plataforma de TEDI y preparar la música disfrutamos de una bellísima puesta de Sol.
Los rayos impresionaban con el avance del disco solar.
Ya quedaba muy poco para que el grupo llegara así que nos pusimos en marcha para ir a recibirlos, pero antes una foto del equipo de recuerdo. El entusiasmo era contagioso... parecía que al final quería abrir!
Los primeros grupos comenzaron a organizar sus tumbonas, sacos y esterillas, aprovechamos para charlar con todos mientras terminaban por llegar los que faltaban.
Con los altavoces comenzamos a explicar cómo sería la actividad de esa noche, justo antes de comenzar la visita al observatorio.
Nada más oscurecer un poco comenzamos con el audiovisual de diapositivas y la película que nos facilitó el profesor José María Madiedo preparado con información específica para estas Perseidas 2015. ¡Fabuloso trabajo! como todo lo que hace.
sobre las 22 horas hubo lo que parecía un pico de actividad y mientras se escuchaban "WOW´s" con cada Perseida que rasgaba el cielo aprovechamos para poner TEDI para observar Saturno, M13 y mucho más...
Y el cielo acabó por despejar por completo. Con los altavoces explicábamos las constelaciones que reconocían fácilmente con la ayuda del láser... qué invento.
Poco después de la 1:30 despedimos al estupendo grupo y continuamos en el observatorio. Aproveché para tomar más imágenes del cielo y con suerte capturar alguna Perseida... ¡Te pillé!!
Otra hermosa Perseida surcando la constelación de Pegaso con Andrómeda mirándonos desde lo alto...
Y decidimos aguantar toda la noche... y mereció la pena, aproximadamente contamos unas 200 Perseidas entre los tres aunque hemos de reconocer que nos quedamos dormidos muchas veces... seguro que nos perdimos muchas mas!
Y entonces amaneció... la claridad lo fue inundando todo e incluso pudimos ver aún alguna Perseida en el inmenso mar azul del crepúsculo.
Nos levantamos y allí estaba al este... la finísima luna menguante...
Fue una maravillosa noche en la que al final todo el esfuerzo mereció la pena. Por no tirar la toalla, y por aguantar como pudimos con estos cuerpos que ya nos dicen que avisemos si vamos a trasnochar. Porque uno ya se va resintiendo con el paso del tiempo ;) pero aun así... siempre, siempre seguiremos con la misma ilusión del primer día.