Como siempre solemos hacer cuando quedamos para ir a la Base de Observación "Las Inviernas", nos dimos cita en el Área 103 de la A2 a la hora prevista: las 18h en la puerta de la cafetería.
Cuando llegamos allí nos encontramos con todos reunidos en la puerta, además de Alfonso y Pedro, se habían animado más compañeros; Jose, Antonio y Paco. Hacía ya una rasca que pelaba, 3ºC y bajando.. y eso que aún estaba el Sol sobre el horizonte. Salimos pitando para la plantada... 6 coches en fila que se desviaban hacia su destino: un encuentro en la "Tercera Fase"... Cual Montaña del Diablo allí estábamos en el círculo despejado y rodeados de árboles, esperando a la noche para contemplar el espectáculo que llegaría del cielo...
Pinchad en las fotos para verlas en grande.
También hay un video de la noche al final de la crónica.
Colocamos los coches y comenzamos a montar los equipos. El ambiente estupendo, como siempre, trípodes por aquí, lonas por allá, hmm ¿a dónde vas a apuntar esta noche? Pues yo quiero tirar a Orión, me voy a poner por esa zona para que el árbol no moleste, venga, entonces yo me pongo en ese lado así apunto a la zona también sin que te moleste el portátil.
Para esta ocasión nos llevamos el Schmidt-Cassegrain de 8" de Celestron, ya que como ibamos a planetaria nos interesaba la focal larga (de 2000 mm en este caso) y además llevábamos barlow x2, x3 y una powermate x5 por si la ocasión (seeing) lo permitía.
Nada más comenzar el Crepúsculo Civil, cuando el Sol ya se había ocultado bajo el horizonte, mirando al Este se apreciaba la franja rosada llamada “Cinturón de Venus”… allí aún se recibía algo de luz del Sol…e iba subiendo a la vez que el Sol se hundía hacia el Crepúsculo Náutico. En las imagenes la podeis ver como una franja de un rosa intenso, la zona inferior a ésta que se ve de un azul más oscuro no es otra cosa que la propia sombra de la Tierra donde ya no da el Sol. El termo-higrómetro bajaba a toda velocidad cada minuto que pasaba, a las 18:53 ya estábamos a -2.6º C y teníamos una humedad del 65%... aún bajaría más. El punto de rocío estaba en -8.2º C en ese momento. 10 minutos después volví a hacer una foto al medidor de rocío... la humedad había subido al 72% y estábamos a -3.6º C... el momento crítico se aproximaba y mi mano pedia ya a gritos los guantes.
Ya nos olíamos que nos acabaría echando el hielo depositado sobre las ópticas. Afortunadamente el viento no molestó pues de lo contrario el frío habría sido inaguantable. Mientras Fernando montaba el tubo y ajustaba la montura aproveché para hacer fotos y algunas panorámicas. También hice un video en este rato para AstronomadaFilms y otro ya al terminar la noche con el frío calado en los huesos.
El crepúsculo era bellísimo, con unas tonalidades rosas y malvas increíbles, las encinas quedaban recortadas en contraluz haciendo del espectáculo un acontecimiento que anunciaba una noche inolvidable.
Comenzaban a verse las estrellas más brillantes, la polar ya estaba a tiro para alinear las monturas y Orión, Sirio y Marte destacaban en el Sur. La calidad del cielo nos tenía sorprendidos, el azul muy intenso y la transparencia total. Lástima que en el parte daban para esta noche un seeing malo y una Jet Stream excesiva...
En esta foto aún el cielo estaba muy azul, pero ya se veían muchas constelaciones: puedes ver a Orión sobre la cabeza de Fernando y Sirio junto a su hombro. Eran las 19:15 hora local.
Los equipos ya están listos para trabajar, pero aún tenemos algo de luz de fondo, queda poco para el Crepúsculo Astronómico.
Hago algunas tomas de prueba con el Ojo de Pez para ver cuánto cielo abarca en total y ver si queda mejor tomando solo cielo o si por el contrario quedaría bien un poco de horizonte. También de foco aunque éste costaba valorarlo sobre todo por el fríio que tenía en el cuerpo. Estas son las primeras en las que incluí algo de árboles.
Esta primera imagen está tomada a las 19:42 hora local y como podéis ver aún sale un fondo azul en el cielo. Es magnífico ver todo el Hexágono de Invierno dominando desde lo alto.
El Hexágono de invierno está formado por: Auriga, Tauro, Orión, Can Mayor, Can Menor y Géminis. Es el equivalente en invierno al triángulo de Verano (formado por las constelaciones del Cisne, Lyra y Aguila), la diferencia es la forma geométrica que marcan las estrellas más brillantes.
En el conjunto destaca Marte como una estrella más muy luminosa y con una tonalidad anaranjada por encima de El Pesebre (M44) en Cáncer.
Viendo todo este panorama tan fascinante pensé... las constelaciones de temporada ya cumbrean sobre el meridiano del lugar... anunciando la llegada de las primaverales...me quedé ensimismada contemplando el cielo, la Vía Láctea se intuía con bastante claridad subiendo verticalmente al Este de Orión... a su izquierda parecía caer una cascada de luz plateada...
Entonces recordé que el Equinoccio estaba cerca. Me giré súbitamente al Oeste buscando... como si algo estuviera a punto de ocurrir... Eran las 20:10 de la noche y ya había oscurecido bastante, acomodé la vista ocultando la luz del horizonte y me quedé contemplando el espectáculo:
ante mí apareció la primera Luz Zodiacal del año.
Se elevaba alta siguiendo la franja del Zodíaco. Indirectamente se apreciaba su longitud, alcanzando a Las Pléyades y cuya cúspide cortaba a la Vía Láctea casi en el cénit.
Tomé otra imagen girando más al norte para incluir a la Vía Láctea, son dos nubes tenues pero con texturas diferentes: la Luz Zodiacal es uniforme, lechosa, su forma es piramidal y sigue a las constelaciones del zodiaco, la Vía Láctea por el contrario está surcada por grumos y zonas oscuras y claras.
En esta composición aparecen ambas bien definidas. Pasadas a negativo también se aprecian en detalle.
La Luz Zodiacal se muestra en todo su esplendor durante los equinoccios (al oeste se ve en primavera, a la puesta de sol; y al este en otoño, al amanecer). Es bueno evitar los horizontes con contaminación lumínica ya que es una luz tenue y se puede confundir con facilidad.
Avisé a todos para que no se perdieran el espectáculo, pero... la pena de utilizar los ordenadores portátiles por la noche, que restan sensibilidad a los ojos y no pudieron disfrutarla todos. No pasa nada, ya que esta Luz Zodiacal es muy temprana, y aún quedan oportunidades. No esperaba verla en febrero, aunque si hace unos años pude verla un mes pasado el equinoccio (en abril) ¿porqué no habría de poder verse un mes antes de éste?... la respuesta la he tenido clara esta noche. ¡Cómo me gusta buscar estas luces tenues!! la Luz Zodiacal es algo que siempre me ha fascinado... luz reflejada por las partículas del Sistema Solar interior... los restos del disco donde se formaron los planetas.. aún hoy se sigue alimentando con el polvo cometario y los asteroides...
Diez minutos después volví al Sur...
El cielo ya estaba cuajado de estrellas y toda la Vía Láctea surcaba el cielo casi de Norte a Sur. Tenía que decidir cómo haría el Timelapse, y mientras tomaba la decisión hacía algunas tomas de recuerdo, no sé cuánto tiempo hacía que no disfrutábamos de un cielo así.
Saqué el SQM-L para hacer una medición del brillo de fondo de cielo. Apunté al cenit y marcó: 21:26 mag / arc seg ^2
Coloqué la Canon con el objetivo sobre el trípode y conectamos el Kronos para la secuencia. 50s de exposición para cada una y a 800ISO.
La dejé trabajando con la esperanza de conseguir bastantes imagenes pero ya adelanto que no pudimos pasar de 95 tomas por culpa de la tremenda helada que estaba cayendo. Estábamos bajo cero y sobre el objetivo comenzó a cristalizar la escarcha. De hecho en alguna toma individual se aprecia bien, sobre todo cuando nos acercábamos con la luz roja.
Probamos el seguimiento apuntando a Sirio con muchos aumentos, nos sorprendió bastante la CG5 pues con un ocular de 4mm (500x) no se iba del campo. Nos reíamos porque siempre me meto con la montura, y no solo por el sonido de hormigonera asmática. Nos fuimos a Marte, bueno, ya nos gustaría pisar suelo marciano... ya me entendéis, y aquí comprobamos lo mal que estaba la atmósfera a la altura de la Jet Stream. Se bamboleaba como un loco, se hinchaba y deshinchaba como un globo deforme... casi no se apreciaban estructuras en su interior. Qué pena. Probamos el nuevo ocular que había traido Alfonso, un Nagler 12mm, y era una gozada de campo y comodidad. La pena era que la atmósfera no dejaba ver detalles en el disco pero la calidad era excepcional. Nos quedamos con ganas de disfrutarlo, esperamos poder repetir en mejores condiciones. Estuvimos trasteando con la cámara, una DMK41AU02.AS, tratando de hacer pruebas a Marte pero no tenemos esperanzas de haber conseguido mucho. Eso sí: Murphy llegó para hacer de las suyas y tanto a unos como a otros les pasó factura: equipos congelados que no tiran, frenos aflojados... cables cortos que arrancan los conectores... ay ay ay que tristeee .. hay una larga lista de problemas y fallos que esta noche nos la han jugado... pero ya estamos acostumbrados. Siempre pasa algo.
También hubo momentos divertidos... como cuando me llama Alfonso y me dice: "ven y trae la cámara" ¡esto hay que contarlo!... a ver si sabéis porqué lo decía:
Alfonso consiguió hacer algunas tomas en Halfa durante las horas que estuvimos allí, pero nosotros, a eso de las 22:30 hora local tuvimos que empezar a guardar el equipo por congelación. Literalmente había escarcha en todas partes... teníamos un 90% de humedad y estábamos a -7.6º C.
El fondo de brillo de cielo había mejorado mucho más, teníamos segun el SQM-L una medición de 21:47 mag / arc seg ^2, y eso es muy oscuro.
Aún bajaría más.
Todos habíamos recogido los equipos menos Alfonso que aún le quedaba alguna toma, Antonio tuvo que esperar a que terminara para poder acceder al bocadillo que se le había quedado dentro del coche (porque se encendía todo por dentro) y cuando terminó pasó a hacer los flats.
Ahora ya sin peligro encendimos las linternas blancas y nos colocamos
para hacer las fotos de grupo. Para entonces ya habíamos rebasado los 8ºC bajo cero y nos acercábamos a un nuevo record.
Pinchar en la foto para verla completa.
Como en la sesión de fotos hice varias en la siguiente he aprovechado para añadir el nombre a cada uno de nosotros para que nos reconozcáis. Las caras están congeladas, y si no mirad sobre todo las narices... coloradas como tomates.
Y es que al final cuando nos despedíamos el termómetro del coche marcaba -10ºC....
Mientras terminaba Alfonso de guardar su equipo aprovechamos para hacer algunas fotos a las estrellas heladas que se habían formado en los coches... aqui podeis verlas...
Y esto es todo, la verdad es que a pesar del frio la noche ha sido una aventura maravillosa. ... ¿cómo?.. ¿que me falta algo dices?..
.. jejejejejej siiii falta el Timelapse de la noche!
Quería dejarla al final para despedir esta crónica.
Espero que os guste.
Pinchad en este primer enlace para verlo en alta definición, y ponerlo a pantalla completa.
Y aquí la foto con las trazas de las estrellas...